jueves, mayo 17, 2007

María llena eres



¿Existe, de verdad existe, eso de la compulsión a las compras? ¿Será tan grave cómo dicen? Si me hace feliz, ¿podemos echarle la culpa?. Cuento creo que cerca de cuatro prendas al mes, promedio. Mayo ya superó el récord: vamos cinco (y recién empezó). Lo que podría ser un superávit en mis escasos ingresos, una mayor capacidad de ahorro, termina materializándose al interior del placard. Allí también, el límite presupuestario a las vacaciones soñadas. Hasta diciembre, vacación es sinónimo de utopía. La compradora compulsiva que me habita, sabe que el placard es el "aquí y ahora": agarrar la felicidad con las manos y que, encima, sea de su talle. Buenas trasnoches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, hasta fin de año (y mas tambien) puedo ahorrar esos pesos necesarios para las vacaciones, pero... -"en talle S te quedo?,esta la veo grande para mi"-

Senti que lo habia escrito yo, y me acorde que necesito un nuevo jean, el finde se aproxima

Milita dijo...

Oh, cuando la felicidad queda grande... Rellenarla artificialmente con un rápido y excesivo consumo de grasas saturadas o seguir buscando el número que nos calce perfecto. That is the question.
Voto por el jean que os haga feliz. Si vuestro es el talle, vuestro el poder y la gloria.