De vez en cuando la vida

"De vez en cuando, la vida se nos brinda en cuero, y nos regala un sueño tan escurridizo, que hay que andarlo de puntillas por no romper el hechizo". Joan Manuel Serrat.

Bajé. Abrí la puerta del ascensor apuradísima. Se hacía tarde, pero no podía dejar de pintarme los labios frente al espejo del hall. Busqué el lapiz en mi cartera. Cuando lo encontré, cerré el ascensor y levanté la cabeza, mirando hacia la puerta de entrada. A través del vidrio, lo vi. Igual que la primera vez. Qué encuadre, justo entre los marcos de la puerta. Mi corazón se agitó, empezaban a temblar las piernas. De repente sentí que Kate me daba su protagónico: "tomá, esta escena es tuya". Ahí estaba, parada, inmóvil, con las llaves en una mano y el lapiz en la otra. Salir ya -corriendo-, o pintarme los labios. Me acerqué un poco a la puerta. Falsa alarma. Mejor, así es mejor. Volví al espejo. Una canción a lo lejos, tan fiel al momento. Qué boluda, pensé, y empecé a pintarme la boca. Buenas noches.