viernes, junio 16, 2006

al Dri con cariño

Este miércoles, me morí un poquito. Fue una agonía intensa, duró algo así como cuatro meses. Me enseñó lo que era el pensar elípticamente. Me mostró la fluidificación hegeliana del modo más banal, "te cagás todo". Soñé con un mundo de su estirpe. Su estatua emplazada en el medio de grandes avenidas.
Cada vez que pienso en vos, fue amor. Fue amor, Rubencito. Y me faltaron las agallas para robarte un beso. Resta esperar que los caminos de la vida nos vuelvan a cruzar. Adiós, maestro. Buenas noches.

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