jueves, noviembre 02, 2006

Viento, dile a la lluvia...

Salía del práctico de Epistemología, creo que eran las nueve menos cinco. Noche. Nochecita. Lloviznaba apenas, ni siquiera una garúa. Los chicos se iban a tomar unas cervezas. El desgaste pudo más, y rechacé la oferta. Volvía a casa por Uriburu, que es casi tan oscura como Azcuénaga, pero tiene muchas más cosas en los cien metros hasta Santa Fé. Volvía contenta. Había cumplido con todo lo que había planeado hacer en el día. Acompañaban unas gotas suaves sobre mi cabeza. Llegando a mitad de cuadra, vi una parejita bajo un paraguas negro. Se estaban besando en forma y contenido. Así, como cuando no podés esperar llegar a la esquina, al semáforo, y sorprendés al otro en la mitad del trayecto. Cuando no hay más razones para detenerse que las ganas incontenibles, el mismísimo beso. La escena celuloidea más melosa, esa que en el cine desechás por recurso barato, pero cuando la tenés enfrente, te quedás mirando. Y me quedé. Y dije "puta madre". Hacía media hora había estado viendo a Lacan y su teoría del Otro. "El deseo, es el deseo del otro". Puta madre. Pasé por al lado de los tórtolos, sin poder dejar de mirarlos. Reconocí en él, al instante, unas facciones familiares. Me detuve, mientras ellos seguían perdidos en el beso, y... ¡zás! Se trataba de N.K., aquel profesor de Filosofía que alguna vez creímos desaparecido y luego nos conquistó como por asalto. Ese del que me enamoré un poquito, como siempre pasa con los profesores. No lo imaginaba así a Nestor cuando hablaba de Gramsci, Hegel, Marx. No lo imaginaba tan adolescente, tan enamorado. A veces, las ideas, parecen estar tan lejos de la carne. Seguí caminando. Me di vuelta cuando llegué a la esquina, pero ya los había perdido de vista. Dejó de lloviznar un poco, seguro que cerraron el paraguas. Caminé a casa pensando en toda esa gente que nunca logra abrirlo. Buenas noches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para que tù me oigas mis palabras se adelgazan a veces...P.N
Nena me tenès preocupado (suena paterno) podès ignorarme, dame con un ladrillo en los dientes o la màs fàcil, escribì y salteàte estos dos comentarios banales, pero... sabès què? a la gente sensible y querible hay que cuidarla, prometo que si estàs bien, me dejo de joder tà?
Plagiario.-

Milita dijo...

Estoy bien. Ahórrese las preocupaciones. O quizás no estoy tan bien, pero sí estoy "bien". Se entiende? Verá, la proximidad del fin de año pega extraño. Y a falta de amor, es el calor el que me atonta. Vuelvo a las canchas pronto, tranquilo. Visité su nuevo sitio, soy una non-smoker así que me la pasé de bien... Saludos.