lunes, abril 17, 2006

Cinco días bastan



Cinco días bastan. Alcanzan y sobran. A veces, ni tanto. Los tiempos miden diferente. La gente vive diferente. Volvés diferente... y también, igual. Lindos días, orientalitos. Ha sido un placer. Y eso que estuve tentada de inmolarme en el portón de la ciudadela. ¿Papeleras? ¿Dónde? Buenas noches.

martes, abril 11, 2006

A horas de esa vecina orilla

Oh, Marito querido. Pisaré tu suelo en tan sólo unas horas. Cámara en mano, prometemos documentar cada minuto. Balseras seremos si el Eladia se niega a atravesar las aguas. ¡Ohhh sí! No saben las fuerzas de la naturaleza contra qué valerosas y osadas viajantes se enfrentan. Jugaremos, jugaremos de locales en el paisito. Buenas noches.

domingo, abril 09, 2006

Aftermeal. Dogma del Vomit-arte


Chajá nuevamente.

Los dejo con el gran Oliverio Girondo. Buenas tardes.


Invitación al vómito

Cúbrete el rostro
y llora.
Vomita.
¡Si!
Vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
sobre este purulento desborde de inocencia,
ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.

Cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
Vomita.
¡Si!
Vomita,
ante esta paranoica estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
lacios coágulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera...
horas entrecortadas por relinchos de angustia.

domingo, abril 02, 2006

Sunday Bloody Sunday

Domingo, domingo, domingo. Me muerdo el cachete del lado de adentro. Y sangra, y arde. Qué pelotuda. Creí que esas cosas te pasaban solamente a los seis. Pero se repiten. O todavía tengo seis en alguna parte. No sé. El viernes -entre vidrieras por Santa Fe y Rodriguez Peña- escuché al pasar: "Las cosas truchas hay que comprarlas negras". Eso es sentido común, saber popular. Si es trucho y lo comprás en color negro, va a parecer un poco más auténtico. Miro mi pelo. Me pregunto si mi condición de morocha oculta bien mis fallas, si seré una imitación, un "símil algo", un enchapado casi real, una réplica de autor. Lleva tanto tiempo saberse cierto. Lo lamento señora mirona de vidrieras, el negro no asegura nada. En fin. Mientras tanto, en la tele, un tipo de no sé dónde, con cara de alemanote bien alimentado, parece decidido a reconstruir el arca de Noé. Busca animales domésticos y de poco tamaño. Allá ellos. A pesar de mis escasos 1, 57 m de estatura, creo que ni él puede salvarme. Buenas tardes.